martes, 16 de junio de 2009

[el comienzo de todo]


UNA HISTORIA QUE CONTAR LLAMADA: COMUNIDADES EL TANQUE Y LA CUCHILLA

Año 2002. Estábamos cursando la materia de “Mi Experiencia con Dios” en el Instituto Bíblico Bautista, y eso fue impactante para los que teníamos el deseo de servirle al Señor, ya que fue por ese material y la ayuda de nuestro maestro, el Hno. Timothy Lightsey o Tim, como generalmente le llamamos (Un misionero de la Junta Internacional de los Bautistas del Sur), que con el tiempo se fue convirtiendo en un amigo incondicional, y además, el que me ayudó a ir comprometiéndonos con una visión de trabajo, que ahora es lo que nos impulsa a los que formamos Redes Misioneras a trabajar en la obra de nuestro Salvador Jesucristo.

“Mi Experiencia con Dios” (Material de Lifeway), fue único, a través de este material Dios fue hablando a mi vida, viniendo inquietudes, y el deseo de servir pero con muchas preguntas y pocas respuestas, pero Dios comenzó a hablar de una manera que solamente Él puede hacerlo. A través de esa nueva experiencia con Dios, Él y el material fue mostrando de una forma sencilla, los principios bíblicos de cómo Dios nos llama a servirle, además de comprender su llamado como una “Invitación a trabajar con ÉL, en una obra que es de gran inmensidad”.



Visita a la comunidad El Tanque por el equipo de trabajo


Sabía que el llamado de Dios es una invitación de unirse a su obra, pero esa obra es de proporciones inmensas. Teniendo eso presente, llegó una invitación a nuestra iglesia (Bautista El Redentor) de un equipo de médicos a trabajar con comunidades marginales (extrema pobreza urbana), !esa fue la invitación de Dios¡ a trabajar en una Comunidad llamada “El Tanque”, allí comenzamos a reunirnos con los líderes comunales (directivos) y a comenzar a ser de servicio para ellos a través de campañas médicas, entrega de alimentos y ropa.



Comunidad El Tanque
Actividades de diversión y esparcimiento



Eso nos permitió elaborar un pequeño plan de trabajo, pero competente, en la asistencia humana, pero también, nos abrió el espacio para comenzar a compartir la Palabra de Dios. Fue por los próximos meses que un pequeño equipo de trabajo dimos cobertura a esas familias, mi amigo Tim, era parte del equipo y además el que nos guiaba en el trabajo con muchas conversaciones y preguntas que nos ponía en la dificultad de: cómo fundar iglesias en esas comunidades pero que dependiéramos únicamente de los recursos del lugar, tarea difícil, ya que los recursos del lugar eran escasos, sino nulos, pero era allí donde Dios nos había llamado, y sabíamos que Él si tiene los recursos suficientes.

Meses después de haber llegado a la comunidad y de enseñar a una familia la Palabra de Dios durante 3 días por semana, la respuesta que obtuvimos fue que nuestra hermana Mary se bautizó como respuesta a todo el mensaje escuchado durante este tiempo; iniciando así, de una manera modesta, nuestro enfoque a lo grande de la tarea que está por delante.



Niños de la comunidad El Tanque y La Cuchilla


Simultáneamente comenzamos a llegar a una comunidad vecina llamada: "La Cuchilla"; una comunidad con las mismas características que la de "El Tanque", también allí implementamos caminatas de oración, campañas médicas y otros servicios, incluyendo por supuesto la Palabra de Dios por medio de los estudios bíblicos cronológicos, que presentan un panorama completo desde la creación hasta el juicio del gran trono blanco, y teniendo una familia recibiéndolos por espacio de un año.

Una de las características de estas comunidades era que están asentadas en lugares que “estorban” el desarrollo comercial de la zona, y es por eso, que permanentemente vivían amenazadas de ser desalojadas por la Alcaldía de la localidad (municipio de Antiguo Cuscatlán, Departamento de La Libertad). Efectivamente, la Comunidad el Tanque donde comenzamos fue desalojada, y reubicada en Ciudad Obrera, municipio de Ciudad Arce, en el Departamento de Santa Ana. Ahora (2009) tenemos la noticia que más familias se agregaron, y ellos forman parte de las iglesias del lugar donde ahora viven. Estamos comunicación y asitencia permanente con ellos, en sus necesidades básicas, con el propósito de dar continuidad al trabajo iniciado años atrás.


Anciana de la comunidad El Tanque solicitando ayuda


No se detuvo allí, pues Dios nos estaba moviendo hacía otros lugares donde seguíamos experimentando su guía y su dirección, siendo así como Dios nos trasladó a trabajar con comunidades rurales, siempre con el componente de pobreza.


Anciano de la comunidad La Cuchilla


Para comentar: ¿Qué le parece la forma en que inició Redes Misioneras? ¿Hay algo que le parece no bíblico en la manera de abordar estas comunidades en un principio? ¿Estaría usted dispuesto a trabajar si Dios le invitara a participar en una obra similar?

2 Comentarios:

drjnavas dijo...

Es increible el pensar que las cosas sucedan de manera tan natural: un llamado, una invitación, y una acción en favor de lo que Dios muestra.

Espero que podamos compartir experiencias para poder hacer lo mismo en cualquier parte del mundo donde vivamos, no sólo en El Salvador.

Estamos apoyando, ya me inscribí en la red de oración y ya he iniciado a orar por las peticiones que aparecen en "necesidades de oración".

Hasta pronto, y bendiciones.

Julio Figueroa dijo...

Gracias por el apoyo recibido, estaremos proporcionándole toda la información necesaria para que juntos podamos unirnos en esta aventura llamada "la obra de Dios".